Santo Tomás de Aquino aborda el tema de la esperanza al menos desde dos puntos de vista. En primer lugar, la considera como la primera de las pasiones del apetito irascible; en segundo término, es la segunda entre las virtudes teologales. La primera consideración es más antropológica y ética, mientras que la segunda es netamente teológica.

En este trabajo consideraremos la primera perspectiva, reconociendo en las intuiciones del Aquinate ciertos elementos clave para entender naturaleza de la esperanza como fenómeno humano, y sus coordenadas decisivas: la temporalidad, la arduidad o dificultad del bien al que se dirige, la comunidad.

Las intuiciones de Santo Tomás nos servirán tanto para entender las bases antropológicas de la segunda virtud teologal como para descubrir ciertos aspectos esenciales del fenómeno humano de la esperanza, hoy puestos en penumbra por ciertas direcciones, más o menos conscientes, de la cultura dominante.

Amadeo José Tonello
Doctor en Filosofía
Seminario Mayor de Tucumán – UNSTA