LA FINITUD COMO GRAMÁTICA DE LA ESPERANZA
UNA ESPIRITUALIDAD PARA EL FINAL DE LA VIDA.
Luis Fernando González Gaviria
La pregunta por la muerte siempre será imperiosa para la captación finita de la misma. Todo el entramado de palabras y formas que se ha hecho de ella permiten trasegar horizontes nuevos y vinculares capaces de ampliar el espectro de comprensión que se va tejiendo. La muerte inquieta porque escapa a las posibilidades de domino antropológico. En este sentido, la palabra será partera para resemantizarla de nuevo y renunciar a un logos definitivo que ostente un punto final sobre este acontecimiento.
Mientras se está en trayecto, lo propio de toda condición finita, el ser humano camina orientado por la esperanza, desde allí se fundamenta, en un principio de realidad, la comprensión honda de la vida que renuncia a todo optimismo barato. Una esperanza auténtica está fundada en la realidad, jamás fuera de ella. Es una toma de conciencia profunda de todo el ser humano, no de una parte de él. Asumir la realidad le permite ubicarse en el mundo de una manera libre y sin pretensiones absurdas. En esta medida la esperanza se vuelve don, rompe el ego propio del optimismo y se lanza a construir lo distinto con el otro, junto al otro y por el otro. La esperanza le hace entender a una persona que está hecha para los demás, es esencialmente kénosis. La gramática ofrecida por la escatología cristiana permite articular una espiritualidad para el final de la vida que tenga su génesis en la asunción de la esperanza. De esta manera, se podrá encarnar con mayor consciencia que “llegamos hasta el final siendo origen” (Josep María Esquirol – La escuela del alma). Aquí se entra en el terreno de la espiritualidad, cuando la mirada deja de ser apropiación, las palabras dejan su pretensión de absoluto y el ser humano se experimenta inacabado, descubre que la única manera de
[1] Teólogo, Magíster en Teología, Candidato a Doctor en Teología – Universidad Pontificia Bolivariana – Medellín – Colombia. Profesor de pregrado y posgrado de la Universidad de San Buenaventura (Medellín) en las áreas de Antropología Existencial – Tanatología y Epistemología de la Vulnerabilidad. Profesor de pregrado y posgrado de la Universidad Católica del Norte – Santa Rosa de Osos (Antioquia) en la Facultad de Humanidades y Ciencias Eclesiásticas. Las áreas de investigación han sido la Escatología cristiana, la comprensión de la muerte y su relación con la cultura.